martes, 27 de abril de 2010

Hombres malos. Muy malos.



“A term coined in the late 1950´s to describe the advertising executives of Madison Avenue. They coined it”


En castellano, seria algo así:

“Termino acuñado a fines de los 50´ para describir a los ejecutivos publicitarios de la Avenida Madison. Ellos lo acuñaron”


Este es el primer cuadro de la serie (después de la presentación), y resume fantásticamente de que va Mad Men.

Ambientada (mas que correctamente) en el New York de la década del 60´, por medio de Don Draper (interpretado por John Hamm), nos cuenta los menesteres de la agencia Sterling Cooper, y de la época. Y ficción y realidad se entrelazan. Tabaco, infidelidad, Nixon, Jazz, gomina, mas tabaco, Kennedy, consumismo y la concepción de la superioridad masculina. Si, la serie es machista. La época lo era.

Draper es blanco, pertenece a la high society, esta casado, y tiene dos hijos. Es infiel, no cree en el amor, y según sus propias palabras, vive el día a día. Los que ven a Don, ven al hombre perfecto. Pero Weiner (el creador) justamente toma el camino contrario, y nos cuenta la historia para adentro, introspectivamente. Recala en las penumbras del personaje. Y escarba cada vez mas hondo.

Particularmente, es de lo mejor que he visto en mucho tiempo. Un drama atrapante, con un guión excelente, y actuaciones sólidas. A favor, no tiene el vértigo habitual de las series norteamericanas. La historia va a su tiempo. Eso si; genera unas incontrolables ganas de fumar. Cuando la miren se van a dar cuenta.

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