lunes, 12 de julio de 2010

Do The Evolution, Baby

Una de las peores caras de la tecnología es que deja sin trabajo a la gente. En algún momento este argumento tuvo mi atención. Los pocos trenes que quedan casi ni tienen al viejo guardabarrera, las barreras automáticas los fue eliminando. El pobre desempleado es sólo una cara, del otro estaría la disminución del precio del boleto del transporte público. Seguramente este hombre terminó con un trabajo mucho mejor (al menos no tan solitario).

Si todo se podría reemplazar por maquinaria, las cosas bajarían sus precios hasta no costar nada (al menos que Orwell tenga razón).

La industria discográfica y la cinematográfica están sufriendo por lo mismo: la tecnología. Esto no es nada nuevo, pero la reciente caída de la MGM (pongo las siglas porque sólo llegué a escribir de memoria "Metro") me hizo dar ganas de terminar este post. La tecnología en este caso está llevando la producción del artista directamente (y casi sin costo) a los clientes. Algo que es realmente buenísimo, ¿el problema? que las industrias afectadas son muy grandes y poderosas como para forzar a que se hagan leyes (como la que impulsó el novio de Carla Bruni).

Tampoco estoy a favor de la piratería, creo que los artistas deberían cobrar por el trabajo que realizan (como todo el mundo). Pero no creo que el arte (si, digamos arte) debería estar manejado por corporaciones. De paso, estas corporaciones tampoco van a dejar de existir (MGM si), se van a encargar de la organización de recitales, de la financiación de álbumes, la distribución de soportes físicos, de preparar los pochoclos, de realizar publicidad y ejercer la payola (al menos para los no tan bien dotados), y un montón de cosas mas.


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