La sala del teatro, testigo principal de la ansiedad de los cientos de chicos y chicas que alguna vez engrosaron las filas de los primeros seguidores de la banda, quienes esta vez tomaban el suceso con un poco más de calma, se estremeció ante los primeros riffs de la guitarra de Walter Perruolo (guitarra líder). A los que se sumaron la voz potente y experimentada de un Gustavo Villalba envasado al vacío, el bajo estridente de un Jano Pollero rockerisimo y la batería/ametralladora del Negro Mandrini.
Estos cuatro muchachos, se fundieron en una tía Margarita que sentó sobre su falda a varias centenas de adolescentes y en vez de contarles un cuento para dormir los despabiló durante dos horas con un verdadero show de rock al cual no le faltó nada (*).
De aquí en más sólo nos queda esperar buenas nuevas de la banda, ya sea en forma de disco o más presentaciones en vivo.
Y... gracias Margarita.
(*) Si, faltó "La Calesita", lo que pasa es que esa es una que me gusta mucho...
Gracias Diego por la colaboración
2 comentarios:
Brillante, simplemtente brillante... Mis saludos al cronista.
Ma.Luján, de Luján.
Espectacular cronica de una noche magica,
tanto para los espectadores
como tambien para los que lo vivimos de mas adentro, esta locura continuara...
Saludos.
Diego // http://www.margaritaniapalos.com.ar
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